Nuestra naturaleza
egoísta no nos deja pensar en valores reales o sentir la verdadera
realidad. No nos deja preocuparnos o pensar en aquellos que no sentimos
de forma natural. A algún grupo distante del cual ni siquiera conozco su
localización no lo puedo sentir cercano a mí ni puede ser el foco de
mis preocupaciones. No tengo las mismas deficiencias y necesidades que
ellos tienen, ¿entonces qué puedo hacer?. Nosotros tenemos que trabajar en esto artificialmente de acuerdo al
consejo de los cabalistas acerca del trabajo con el entorno. Tampoco
sentimos ninguna atracción hacia el entorno y sólo después comenzamos a
sentir que dependemos de este. Si ustedes no se sumergen en los amigos ni
se arrojan en sus brazos, no serán capaces de avanzar. Todo su
desarrollo espiritual depende de ellos y es sólo de ellos que pueden
recibir el otorgamiento espiritual. Este entendimiento viene como
resultado de años de trabajo cuidadoso con el entorno. No debemos esperar a que las sensaciones de todos los grupos nos
lleguen por sí mismas; tenemos que trabajar en ello de forma artificial.
Es por ello que se nos dio la Mitzvá (mandamiento): Vayan y comiencen a trabajar, “Vayan y gánense la vida unos de otros”, ¡comiencen a conectarse!
Está escrito, “Ama a tu amigo como a ti mismo”, un mandamiento ¿Es
posible forzar a alguien a que ame? Al contrario, si ustedes aman,
entonces es imposible separarse de esto. Aquí, sin embargo, son
empujados y se les dice, “¡Amen!” ¿Cómo puede ser eso? Esto significa que puede haber ciertas acciones que tenemos que realizar con el fin de alcanzar el amor
de otros. Este mandamiento no tiene nada que ver con sus emociones;
ustedes no son obligados a amar, sino a llevan a cabo una acción
mediante la cual alcanzarán este amor. Esta acción tiene que realizarse
en contra de su voluntad. Si ellos fueran compatibles con su deseo, no
sería necesario ordenarle a la persona que ame. Supongan, que yo les sirvo guefilte fish, que es una comida
tradicional Askenazí y les digo “¡ámenlo!” pero ustedes están
acostumbrados a la comida Sefardí y les disgusta el pescado frío y sin
sabor. Pero si es un mandamiento, entonces tienen que comenzar a
acostumbrarse en contra de su voluntad para que un hábito se vuelva una
segunda naturaleza. De esta manera se fuerzan a comer este pescado, aun cuando sientan
ganas de vomitar. Pero lo intentan una y otra vez junto con una
plegaria. Maldicen al pescado pero lo comen; comienzan con acciones
totalmente mecánicas. En sus emociones, ustedes me maldicen por haberles
dado el pescado. Claramente no tienen ningún control sobre su corazón,
pero me maldicen y comen el guefilte fish una y otra vez porque son obligados a amarlo. El mandamiento de “ama a tu amigo”, es peor que cualquier pescado
desagradable. Este mandamiento incluye todos los platillos extraños y
odiados, pero tras esforzarse lo suficiente, ¡la Luz que Reforma influye
en ustedes y lo increíble sucede! De pronto comienzan a acostumbrarse a
ese pescado. Parece que tiene un sabor diferente y no es desagradable
como solía serlo. No les causa repulsión como antes y comienzan a
aceptarlo. Esto es gracias a la realización de acciones físicas por encima de la
razón, en contra de su voluntad, al seguir el consejo de los
cabalistas. Al haber cumplido las órdenes de ellos y en general las
órdenes del Creador que fueron transmitidas a ustedes por los
cabalistas, reciben la Luz que Reforma a través de ellas. Así, reciben nuevos atributos y comienzan a amar al guefilte fish, a los amigos, a los demás y al Creador.
El mandamiento de “amar” no tiene nada que ver con las emociones,
sino con las acciones ¡Ahora tenemos una oportunidad de llevar a cabo
esas acciones en la forma de un ataque! Siempre hay una opción para esas
acciones, pero especialmente ahora, cuando la convención europea
y la Pascua se acercan; es un tiempo especial en que podemos atacar. En
las próximas dos semanas, comenzando desde hoy, todos nos apresuramos
hacia este ataque.
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