Baal HaSulam, “La Libertad”: “Todo el saber de ellos no les ayudó a encontrar un puente por el cual cruzar esa grieta ancha y profunda que se extiende entre la entidad espiritual y el átomo corporal. Así, la ciencia no ha ganado nada con todos estos métodos metafísicos”.
La persona hereda sus atributos de sus padres. Estos atributos no pueden ser cambiados, pero la sociedad influye en ellos y les da diferentes formas. Eventualmente, la persona no se expresa a si misma sino que expresa la sociedad externa. Los atributos pueden ser diferentes, pero lo que importa es la forma que se les da: la persona puede ser un gran delincuente o un gran científico, puede matar animales o matar personas. La distancia entre un policía y un ladrón es muy pequeña y ambos se entienden entre ellos. De esta manera la sociedad hace lo que quiere con la persona. A pesar de que existe el núcleo preliminar en la persona, los factores que la influyen hacen lo que quieren con ella. Así son las cosas en el nivel corporal y por lo tanto nosotros no decidimos nada aquí. Sin embargo, en el plano espiritual tenemos que descubrir la raíz del alma de la persona, el punto en el corazón y colocarlo en un entorno que le proporcione la Luz que Reforma. Tenemos que construir un entorno espiritual que le proporcione a la persona esta Luz espiritual que influirá en su punto en el corazón y lo abrirá. La persona por su parte tiene que rebajarse a sí misma frente al entorno adecuado y neutralizar su ego con el fin de remover las cubiertas egoístas desde el punto en el corazón. Ella tiene que sacar su punto y conectarlo con los otros puntos, para que realmente se vea que anhela el otorgamiento. A pesar de que las intenciones de ellos siguen siendo egoístas, se sienten atraídos al otorgamiento mutuo, a la fuerza a la que se asemejan, al menos hasta cierto punto, a la Luz que Reforma. Esta es la única manera de atraerla. Esta Luz influye las fuerzas egoístas en nosotros que estamos tratando de mantener en contacto, a pesar del odio que sentimos. Así que existen el punto preliminar en el corazón, la raíz del alma de la persona y la Luz que reforma, la fuerza que desarrolla la raíz del alma. Todas las condiciones egoístas en la persona y en el entorno, es decir, el grupo, fueron destinadas para desarrollar la fuerza de otorgamiento, la intención de alcanzar el otorgamiento tanto como sea posible. Por esta razón nos vemos vestidos en una cáscara egoísta y también por ello nos parece que el grupo es repulsivo. Esto nos permite sacar a relucir nuestro punto y ponerlo en contraste con la Luz que Reforma. De lo contrario, simplemente no seríamos capaces de hacerlo. De esta manera la cáscara es llamada “ayuda idónea”. Esta me permite poner mi punto bajo la Luz.
La persona hereda sus atributos de sus padres. Estos atributos no pueden ser cambiados, pero la sociedad influye en ellos y les da diferentes formas. Eventualmente, la persona no se expresa a si misma sino que expresa la sociedad externa. Los atributos pueden ser diferentes, pero lo que importa es la forma que se les da: la persona puede ser un gran delincuente o un gran científico, puede matar animales o matar personas. La distancia entre un policía y un ladrón es muy pequeña y ambos se entienden entre ellos. De esta manera la sociedad hace lo que quiere con la persona. A pesar de que existe el núcleo preliminar en la persona, los factores que la influyen hacen lo que quieren con ella. Así son las cosas en el nivel corporal y por lo tanto nosotros no decidimos nada aquí. Sin embargo, en el plano espiritual tenemos que descubrir la raíz del alma de la persona, el punto en el corazón y colocarlo en un entorno que le proporcione la Luz que Reforma. Tenemos que construir un entorno espiritual que le proporcione a la persona esta Luz espiritual que influirá en su punto en el corazón y lo abrirá. La persona por su parte tiene que rebajarse a sí misma frente al entorno adecuado y neutralizar su ego con el fin de remover las cubiertas egoístas desde el punto en el corazón. Ella tiene que sacar su punto y conectarlo con los otros puntos, para que realmente se vea que anhela el otorgamiento. A pesar de que las intenciones de ellos siguen siendo egoístas, se sienten atraídos al otorgamiento mutuo, a la fuerza a la que se asemejan, al menos hasta cierto punto, a la Luz que Reforma. Esta es la única manera de atraerla. Esta Luz influye las fuerzas egoístas en nosotros que estamos tratando de mantener en contacto, a pesar del odio que sentimos. Así que existen el punto preliminar en el corazón, la raíz del alma de la persona y la Luz que reforma, la fuerza que desarrolla la raíz del alma. Todas las condiciones egoístas en la persona y en el entorno, es decir, el grupo, fueron destinadas para desarrollar la fuerza de otorgamiento, la intención de alcanzar el otorgamiento tanto como sea posible. Por esta razón nos vemos vestidos en una cáscara egoísta y también por ello nos parece que el grupo es repulsivo. Esto nos permite sacar a relucir nuestro punto y ponerlo en contraste con la Luz que Reforma. De lo contrario, simplemente no seríamos capaces de hacerlo. De esta manera la cáscara es llamada “ayuda idónea”. Esta me permite poner mi punto bajo la Luz.
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