
En este mundo el hombre no tiene libre albedrío. Él aparece en este mundo en un estado dado y desarrolla sus inclinaciones originales, las cuales no ha escogido, bajo la influencia del entorno. Ni sus parámetros internos individuales, ni los parámetros exteriores que influyen a él son escogidos por él y por lo tanto no tiene libre albedrío. Solo tenemos el libre albedrío para elegir el entorno para que este me haga tal como yo quisiera ser. Según la persona que quiero ser elijo el entorno. Pero aquí también existe un problema: ¿Sobre qué bases creo yo que este es el entorno que me conviene y no otro? Por lo general tenemos muchas revelaciones internas para que “maduremos” y entendamos que necesitamos realmente. Esta revelación es sensorial, a través del corazón: donde realmente esta mi libre albedrío. Esto no es fácil. Pero cada uno de nosotros debe lograr este estado.
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