Baal HaSulam, “La Libertad“: “Es necesario determinar, además, que distinguimos dos fuerzas en esta fuerza llamada “deseo de recibir”:
1. La fuerza de atracción.
2. La fuerza de rechazo”. Estas dos fuerzas están siempre combinadas en nosotros y no actúan de forma independiente. Es más, toda la esencia, todos los atributos en todas las criaturas, en cada nivel de los mundos espirituales y corporales, eventualmente dependen de la combinación y adaptabilidad de la fuerza de rechazo y la fuerza de atracción. En nuestro mundo, vemos que la cooperación entre las partículas del átomo determina el estado de la materia y el tipo de materia: gases, líquidos, metales, rocas, minerales, etc. Las relaciones mutuas entre las personas también son evaluadas por la combinación de estas dos fuerzas: del odio y del rechazo, del amor y la conexión. Es lo mismo con respecto a nuestras relaciones mutuas con el Creador. Nosotros alcanzamos la perfección cuando descubrimos nuestra fuerza de rechazo y por encima de ella toda la fuerza de atracción. En otras palabras, cuando trabajamos por la línea media, utilizamos estas dos fuerzas, hasta que alcancemos la unidad ideal entre ellas. Todos los demás factores nos sirven y nos ayudan en las fases intermedias. Por lo que la persona se convierte en un hombre cuando puede utilizar estas dos fuerzas opuestas, la atracción y el rechazo, como un todo. Ella las combina en la línea media. En nuestro mundo esto es imposible. Es más, aquí ambas actúan del lado egoísta. En el mundo espiritual, sin embargo, realmente son contrarias, una para la conexión y la otra está en contra de ella. La sabiduría de la Cabalá habla de la unidad espiritual de estas dos fuerzas: como utilizar ambas de manera eficiente y llegar a resultados positivos, mientras que ninguna neutralice a la otra o “tire de la manta” para su lado, como ocurre en nuestro mundo. Por ejemplo, la fricción y el peso de la materia inhibe la rotación de las ruedas de un coche, por lo que se mucha necesita energía para seguir adelante. Si la fuerza de atracción es más fuerte que la fuerza que lo frena, el auto se mueve hacia adelante, y si no, se queda quieto. Así, el resultado siempre depende del cálculo: cuánto más fuerte es una fuerza en comparación con la otra. En la espiritualidad en realidad ellas se conectan: la dureza del Masaj (pantalla) y la aspereza del deseo operan como uno solo. Crean el Zivug de Haka’a entre ellas, lo que significa que se lleva a cabo la primera acción de Haka’a y entonces la conexión se realiza. La vasija llega a su realización espiritual de acuerdo al nivel de la conexión y adquiere la forma espiritual. Sólo así es posible alcanzar el resultado correcto. Esto depende de la materia interna del deseo, que rechaza y en que su forma externa nos atrae hacia adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.