Todos los cambios que ocurren en el universo, siguiendo el origen del plan de la creación, sólo se refieren a las criaturas. Pero el Creador es constante, como está escrito: “Yo no cambié la manifestación de mi HaVaYaH“. Nada más sucede en relación a Él: Él quiso hacer una criatura para complacerla y la hizo. Todas las acciones tienen lugar dentro de la criatura, en su conciencia, comprensión, percepción y desarrollo. De esta manera la criatura se desarrolla a partir de un punto, que en esencia lo separa del Creador. Se trata de un punto especial, creado por el Creador, que es la razón por la que se crea una criatura llamada, un deseo.
Todo lo que hay junto a este punto debe ser absolutamente como el Creador. Y con el fin de traerlo a esta similitud y crear una conexión entre la creación y el Creador, la criatura se separa en un gran número de partes. Estas piezas se separan y se apartan de las demás por su egoísmo, por el deseo de disfrutar, la inclinación al mal, una intención egoísta. Así se siente la criatura: dividida y diversa, dividida en muchos sistemas diferentes, que son hostiles entre sí. Pero todo esto sólo existe dentro de la criatura en sus sensaciones. Esta sensación es llamada “ocultamiento” (Alama), todo un sistema de mundos (Olam), que existen para que la criatura finalmente entienda que el ocultamiento la separa del Creador. Existe la perfección absoluta, la unanimidad en el Creador. Él es uno y no hay diferencias dentro de Él. Pero dentro de la criatura hay un número infinito de partes diferentes, que se contradicen entre ellas.
Al final, la criatura descubre que esta división exacta no deja que se conecte con el Creador y crea desigualdad entre ellos. Esto provoca un sentimiento especial, llamado vergüenza; el sentimiento de su diferencia, lo que hace que la criatura comience a actuar, esforzándose por ser como el Creador. Y aquí ve que para ello necesita unirse con todos aquellos que odia, que aleja, que olvida y que no toma en consideración. La criatura está lista para hacer esta transición, estas acciones de corrección en aras de alcanzar la igualdad con el Creador, cualquier cosa para lograr la adhesión. La igualdad completa de las acciones y cualidades se llama adhesión. Este es un proceso gradual, paso a paso, en el que realizamos el programa de la creación. Debemos sentirnos dentro de todos los otros estados en el camino hacia la unidad o en los cuales ya hayamos logrado, en otras palabras, en todos los peldaños de la escalera, mientras desarrollamos crecientemente nuestra unidad. Finalmente, nos veremos a nosotros mismos como criaturas absolutamente diferentes y el grupo nos parecerá diferente, no sólo como una unión de amigos en un equipo, sino como una nueva formación espiritual, con pensamientos y deseos comunes en una realidad diferente. Sin embargo, cualquier nuevo estado está dirigido a alcanzar una mayor conexión, lo que se conoce como una unión de amigos en ambos mundos, tanto en el nuestro como en el mundo espiritual.
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