Días difíciles bajo el acecho del egoísmo. El sistema de gobierno superior actúa
de acuerdo a leyes concretas, rígidas que tienen numerosos parámetros y
definen nuestro calendario.
El
calendario cristiano está basado en ciclos solares; el calendario
musulmán, está relacionado con la rotación lunar. El judaísmo toma en
cuenta tanto la circulación solar como la lunar.
Es por
esto que el calendario judío es permanente. En otras palabras, en toda
la historia, comenzando con el primer hombre Adam, que vivió hace varios
miles de años, y hasta hoy, cualquier evento que alguna vez tuvo lugar
en la faz de la Tierra puede ser predecido y calculado: Pesaj (Pascua), Shavuot, Sukkot, etc. Es posible decir en qué año, mes, o semana tomarán lugar esos días festivos en el futuro.
Todos
los amaneceres y ocasos pueden ser claramente calculados así como en qué
proporción los días y noches se dividirán en horas de luz (día) y noche
(oscuridad).
El
calendario judío es muy preciso. Está construido en base a fórmulas
astronómicas y abarca toda la naturaleza. Esto es posible debido a la
sabiduría de la Cabalá.
Existen
fechas especiales en el calendario, es decir, tiempos favorables y no
favorables que están señalados ya sea por el crecimiento del egoísmo o
el predominio de la energía del amor. Esas dos fuerzas, la derecha y la izquierda, usualmente se equilibran y constituyen la línea media.
Debido a este estado de las cosas, existe un periodo desfavorable que comienza el día 17 del mes de Tammuz y dura hasta el 9 de Av.
este periodo ha sido considerado negativo por miles de años a través de
todas las generaciones. Durante el transcurso de este periodo, es común
guardar luto dado que la fuerza superior de otorgamiento se oculta en
este mundo.
Varios
desastres le suceden al pueblo de Israel porque ellos están conectados
con el poder superior. Al contrario, las naciones del mundo que están
entrelazadas con la fuerza malvada del egoísmo son especialmente
exitosas durante este periodo.
Pregunta: Parece fatal e inevitable, ¿es así?
Respuesta:
Sí, es inevitable porque las raíces espirituales y materiales están
conectadas. El sistema espiritual que gobierna este mundo mueve el sol,
la luna y la Tierra. Hace girar todo el universo.
De
acuerdo a esto, el gobierno superior influye no sólo en los objetos
astronómicos del universo, que aún están en un nivel de desarrollo
inanimado sino, también impacta los niveles vegetativo y animado.
Vemos
que cada planta pasa por ciclos anuales de florecimiento y declive. Los
animales también están sujetos a ciclos anuales; se multiplican durante
ciertos periodos del año dado que están conectados con el sistema de
gobierno. Sólo los humanos no están sujetos a la influencia de los
ciclos dado que no están limitados por las etapas inanimada, vegetativa o
animada de la naturaleza.
Los
humanos dependen de la naturaleza inanimada, vegetativa, y animada
porque de aquí es de donde se alimentan. Sin embargo, no siguen las leyes de la naturaleza
como lo hacen las plantas y los animales. Aun así, los humanos también
pasan por periodos buenos y malos porque están gobernados por la
naturaleza en el nivel hablante.
Si nos
elevamos por encima de nuestra naturaleza, los malos periodos se
transforman en los más benevolentes y se vuelven inconmensurablemente
mejores que nuestros tiempos más felices. Todo depende solamente de
nosotros, los seres humanos. Para hacer que esto suceda, se nos concedió
la sabiduría de la Cabalá.
Significa que el periodo entre el 17 de Tammuz y el 9 de Av
es muy difícil para el pueblo de Israel dado que el mal es activado
fuertemente durante este periodo. La única razón para el surgimiento del
mal es hacer la transformación al bien. Hasta ahora, no estamos listos
para eso, ni tenemos la energía para tal transformación.
Nuestra
unidad aún no ha llegado al grado en el cual atraemos un poder
benevolente del gobierno superior que actúa en este mundo y nos ayuda a
unirnos incluso más y derramar la fuerza de unidad en este mundo,
cambiando así para mejorar.
Pregunta: ¿Significa que las relaciones humanas definen el destino de todo el universo?
Respuesta:
El Creador es la naturaleza. La fuerza superior de la naturaleza
llamada “el Creador” nos influye desde arriba, es decir, desde fuera
hacia dentro de nosotros. Tenemos una habilidad de reorganizar esta
situación, hacerla posible, impactando en ella de esa manera al actuar
desde dentro hacia afuera, de abajo hacia arriba. Al hacerlo, cambiamos
la realidad. Este es nuestro trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.