“Es
claro para todos que existe un problema con el pueblo judío. Son únicos.
Aun cuando nuestro pueblo es sólo el 0.2% de la población del mundo, ha
establecido las bases de la cultura, la educación y las religiones para
toda la humanidad. El mundo le debe el desarrollo en varias áreas.
Los
judíos tienen el 27% de los premios Nobel en física y el 31% de los
premios Nobel en medicina. Han recibido la mitad de los premios
Pulitzer. 37% de los directores que han ganado un Oscar son judíos. Sin
mencionar la tecnología de punta, las nuevas empresas y el internet.
La lista
del ‘legado judío’ podría continuar por algún tiempo, pero la impresión
creada es que nadie nos aprecia por esto. Estamos esperando que el
mundo reconozca nuestros servicios: ‘vean cuánto beneficio hemos
traído’. Aún así, este beneficio no es tomado en cuenta.
Más aún,
los judíos han sido perseguidos a través de la historia. Los cargos son
diferentes: la muerte de Jesús, la economía, la política, el control
del mundo… y llega hasta lo absurdo: los judíos son acusados de
organizar los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2011 e
incluso, el tsunami que azotó a Japón en el 2011.
‘Encuentran’
nuestra huella en una amplia variedad de desastres y esas ficciones no
tienen fin. Tanto hace 100 años como hace 1000 años la actitud hacia los
judíos no ha cambiado. En las mejores circunstancias los toleraban, en
las peores -los destruían.
Esto nos parece irracional -la razón cambia todo el tiempo, el odio permanece.
Esto nos
habla de un pueblo único que ha preservado su unicidad hasta nuestros
días. Este es un grupo de personas, dirigidas por Abraham, que
abandonaron Babilonia
y decidieron vivir de acuerdo al principio de amor y asistencia mutua.
Se volvieron un pueblo sólo gracias a esto y esta fue toda su base. Si
no hubiera existido esa base, entonces los judíos no hubieran sido un
pueblo y no hubieran sentido la pertenencia del uno al otro.
Como Abraham que alguna vez explicó la necesidad de unidad a sus estudiantes, mucho más tarde, ante el Monte Sinaí (la montaña de odio-Siná),
Moisés también enseñó al pueblo: ¨Si son como una persona con un
corazón, entonces irán en el camino correcto a la tierra de Israel, si
aceptan el método, serán un pueblo. De otra manera, este será el lugar
de su entierro… .¨
E
incluso hoy, los judíos deben traer al mundo el conocimiento de la
unidad redentora. Pero en general huimos de nuestra misión; queremos ser
como todos, sólo para que nos traten bien.
Pero, una vez más, las estadísticas acerca de ataques hacia judíos están elevándose, las Mezuzás
son arrancadas de las puertas de las casas y las swastikas son
dibujadas en el asfalto. Una vez más, somos culpados por todos los
principales problemas de la especie humana.
‘El
antisemitismo es la sombra del pueblo judío… . Soy físico y sé que todo
produce una sombra. La sombra que mi pueblo produce es el
antisemitismo’. (Albert Einstein).
La idea
es que el antisemitismo no es un fenómeno al azar y no es el capricho de
alguien. Está latente en el programa de la naturaleza como un medio
para influir al pueblo judío, sin permitir a nadie escapar o
dispersarse.
El
antisemitismo se ha vuelto un fenómeno internacional, global y,
celosamente llega a ser expresado con el consentimiento de miles de
millones de personas. Ya no está oculto, sino que opera en absoluta
apertura.
En la
era moderna, el mundo está observándonos, sin saber cómo ni por qué,
están comenzando a exigirnos la ley de acuerdo a la cual viviremos
mañana. Después de todo, nuestra vida presente nos parece, día a día,
más y más insoportable, sin esperanza e irreparable. Ya no vemos en ella
la imagen del mañana. Y la gente, inconscientemente, siente que la
respuesta está en los judíos.
El mundo siente que existe un secreto en los judíos, que no quieren revelar a otros.
Esta
sensación es indestructible y, en última instancia, depende de nosotros
entender lo que quieren de nosotros. Realmente, ¿cuál es el secreto que
está oculto en nosotros? Después de todo, ¿qué es eso que guardamos
dentro de nosotros, qué está oculto en el pueblo judío sin que lo
sepamos? Esta es la sublime, hermosa, fascinante, brillante meta y
futuro del mundo”.
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