Usted habla de la necesidad de unir a toda la nación en una sola familia, pero, este no es el sueño de la derecha extremista en Europa: ¿”Nosotros somos una familia, ellos no”?
Dr: Laitman
El problema de la derecha extremista es que pone a su nación en una
posición especial, por encima de las otras naciones. Aquí, por el
contrario, no hablamos de ser superior a los demás, sino de la unidad entre el pueblo, así que ¿por qué no?
Si soy francés, por ejemplo, otros
países no me interesan; Francia es más que suficiente para mí y no
quiero que los que no se consideran franceses, vivan ahí. Es más, ser
francés es cuestión de cultura y no de nacionalidad.
Pueden ser belgas e incluso judíos, pero
siempre y cuando tengamos una cultura general unificada y una
perspectiva común, Francia es nuestro estado común y aceptamos su
constitución y sus leyes, sus costumbres, sus normas y su lenguaje.
Por lo tanto, si un determinado sector
intensifica esta unidad, no hay diferencia si es de derecha, de
izquierda o del centro del mapa político, esta actitud es buena, siempre
y cuando no se realice a expensas de otros países. Yo no veo a los
demás. Yo sólo quiero que mi país viva en paz y armonía, ser feliz y
prosperar.
¿Qué hay de malo en eso? Una persona se
preocupa por su país y quiere que su pueblo viva como una familia y,
aunque le falte una perspectiva amplia o el poder moral para preocuparse
de ciudadanos de otros países e, incluso, si se le llama nacionalismo,
lo es, en el buen sentido. No es un chovinista y no aborrece ni a otros
ni a extranjeros. Sólo se preocupa por su propio pueblo, pero no a
expensas de los demás.
Es cierto que en este caso, el país no
está dispuesto a ser parte de organizaciones como la actual UE, pero, en
realidad no es necesario formar parte de ella. Primero, la nación
específica experimenta una nueva forma de educación, aspira a la
igualdad, la unidad y un nivel común de vida que todos acepten. Las
personas, gradualmente absorben nuevos valores y ya quieren alcanzar un
canasta promedio óptima de bienes y servicios básicos para todos.
Por supuesto, no medimos a todos con la
misma medida. Una vida cómoda puede significar diferentes cosas para
diferentes personas, pero en general, las diferencias son pequeñas, sólo
un acto social y no el abismo social que vemos ahora.
Pregunta: ¿Tendrá el ala extremista derecha más éxito si acepta este enfoque?
Dr: Laitman
Por supuesto, pero para hacerlo, la ley tiene que ser cambiado en la
dirección correcta. En general, todos los ciudadanos de un estado tienen
que aceptar la cultura del Estado y tienen que ser franceses, por
ejemplo, a pesar de su fe religiosa. Una persona tiene que ser leal a
país en que vive.
Los afroamericanos en EU, por ejemplo,
no actúan en contra de su país. Realmente sienten que son
estadounidenses. Tienen conflictos con otros sectores, pero viven en su
patria.
Por lo tanto, incluso si eres musulmán
viviendo en Europa, tienes que ser leal al país en que vives, de lo
contrario se te negará el derecho a vivir allí.
Pregunta: ¿Es este tipo de unidad nacional una condición previa para la unidad global?
Dr: Laitman
No, pero ahora estamos hablando de una región específica, acerca de los
estados europeos, donde la tensión entre diferentes sectores está
creciendo y en ese aspecto, una Europa unificada aún no es parte de la
agenda. Podemos hablar de cooperación económica y militar, pero eso no
es unidad, sólo cooperación con base en contratos.
Por otro lado, la verdadera unidad
simboliza una transición a relaciones familiares. Será mucho más
intensa, íntima, profunda y completa cuando toda Europa, en realidad, se
convierta en el hogar común de todos sus habitantes. Pero en la
actualidad, son incapaces de lograrlo, porque aún están muy lejos.
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