En nuestros tiempos, los padres no quieren involucrarse con sus hijos. Sientan al niño frente a la televisión y entonces la casa está tranquila.

Esto está sucediendo a causa de que hoy los adultos han cambiado; se han vuelto diferentes. No quieren dedicarle demasiada atención a un hijo. Es más fácil para ellos comprarle una computadora para que se quede en su cuarto, y no pensar en absoluto con qué se está involucrado ahí.

Por lo tanto debe hacerse mucho trabajo en cuanto a enseñarles el sistema correcto de comportamiento con un niño. Y el hecho de que siempre se quejan es porque básicamente la educación de ellos mismos y la educación de los hijos son confusas; de pronto descubren que existe una criatura creciendo en su familia que no los entiende. Este no es un problema de la familia, sino de la nación, de las escuelas.

Pregunta: Pero, a su vez no se han desarrollado cursos especiales para padres ¿Cómo pueden esos padres, que tienen problemas con sus hijos, superar esto?

Dr: Laitman No hay manera si no están incluidos en algún tipo de sistema educativo y de información, especialmente educativo. Necesitan educarse. La nación y la sociedad tienen la culpa de esto.

Hoy tenemos muchas posibilidades para la enseñanza, como la televisión y el internet. Los padres jóvenes no necesariamente tienen que ir a la escuela nocturna o visitar cursos especiales en las tardes; pueden aprender en casa, en el internet o en canales de televisión abierta, hacer preguntas, obtener respuestas, participar en discusiones y comunicarse.

La sociedad debe obligarlos a aprender, porque de otra manera no podemos brindar la formación adecuada para la próxima generación y este es nuestro futuro. En otros 20 años los niños de hoy se volverán los dadores de órdenes, los creadores, y fundadores, ¿ qué será de ellos?

Hoy, un padre y una madre hacen todo lo que exige un niño, cierran los ojos a todas sus malicias. Para una sociedad como esta no hay futuro; vemos lo que ha surgido de nuestros hijos: depresión, desesperanza, drogadicción e incluso violencia.

Entonces todo depende de la pregunta: ¿Qué queremos tener en otros 20 años? Hoy estamos construyendo los cimientos para todos los niños para sus futuras vidas entonces, ¿cómo podemos ser indiferentes a esto? Si no aspiramos a la educación correcta de la generación más joven, a crear una nueva persona para un nuevo mundo, nada resultará de eso.