Pero Job no está de acuerdo con esto,
continúa insistiendo en su inocencia. Estos amigos representan la
pregunta que a menudo nos hacemos a nosotros mismos: ¿Personalmente he
hecho algo malo para recibir castigo, o se trata de algo más?
Respuesta: La
naturaleza no pregunta si hicimos algo o no. Nos imaginamos el destino
como el mal que sigue al mal o el bien que sigue al bien. Pero la ley de
la naturaleza no actúa de acuerdo a esta fórmula. En principio se nos
dice que “el corazón del hombre es malvado desde su juventud”, él
automáticamente se encuentra en una cuenta negativa.
Pregunta: ¿Resulta que el consejo de los amigos de buscar el mal en uno mismo es incorrecto?
Dr. Laitman: Él
no lo encontrará. Simplemente vendrá con distintas fórmulas por medio
de las cuales uno debe comportarse, pero no explorará la naturaleza en
sí. No toma en cuenta que la ley de “ama a tu prójimo como a ti mismo”
es aplicable a él.
Por ejemplo, en nuestro mundo hay
distintas leyes de comportamiento y cultura, con respecto al hecho de
cómo comportarse en la familia, en la sociedad, en la naturaleza, etc.
¿De dónde vienen estas leyes? ¿Están basadas en el conocimiento de la
naturaleza, del bien? No. Típicamente, las personas llegan con estas de
acuerdo a sus cálculos y nosotros debemos respetarlas.
Resulta que inicialmente formamos
relaciones entre nosotros de una forma distorsionada y luego no sabemos
de dónde viene la mala suerte. ¿Cómo nos encontramos con estas tonterías
en que decimos que el Creador nos dio, el Creador quitó, el Creador es
bendito y no tengo nada que hacer con esto? Yo siento que soy un santo.
Yo acepto este destino como si viniera de Arriba y no veo mi
participación. ¿Cuántos más infortunios no vendrán a mi camino?
Pregunta:
Las personas tienden a pensar que si los infortunios le ocurren a
alguien, entonces obviamente hizo algo malo de forma individual. Usted
describe el sistema, es decir, no mira el destino individual, sino el
destino de la sociedad.
Dr. Laitman: Es
difícil considerar el destino individual porque nuestra visión es
limitada. Hay grandes pecadores que se sienten bien. Y si miro con mis
ojos egoístas, veo que las personas disfrutan al engañar a los demás y
robarles a lo largo de sus vidas. Ellas lo tienen todo, incluso son
respetadas, y después de la muerte son llamadas justos. La pregunta es
si puede o no servir como ejemplo. ¡Claro que no! La vida individual de
la persona no puede ser un ejemplo.
Pregunta: Si
los infortunios le llegan uno tras otros a la persona, al final, ella
maldecirá el día en que nació. Muchas personas sienten que la muerte es
mejor que una vida así.
Dr. Laitman:
Esto es un escape de la responsabilidad, del propósito y una mala
disposición para escuchar. Es necesario formar una opinión pública que
le ayude a la persona a escuchar que hay una meta y que necesita
organizar su vida. No se trata de un destino ciego o suerte. ¡Todo está
en las manos del hombre!
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