Un ídolo es algo que obtenemos a priori, sin ninguna prueba y al que
debe tenérsele en fe, sin tratar de comprenderlo. Esto no se hace en el
nivel del ser humano. La persona debe alcanzar los niveles de
amor, otorgamiento mutuo entre nosotros, revelar, estudiar y trabajar
con ellos. Ella debe comprender, entender, sentir plenamente el sistema
con el corazón y la mente. Sólo entonces podrá decir que no adora
ídolos ni acepta nada al azar. A pesar de que esta es una vida muy
difícil, el Creador plantea ante nosotros tales problemas de tal forma
que podamos alcanzar el nivel de Adam (humano) y no permanezcamos en el nivel animal. Así que no podemos darnos el lujo de dar
nada por sentado. El Creador quiere que lo estudiemos a Él, “Conozcan
al Dios de sus padres, y sírvanle a Él” Es decir, nuestro mayor punto
de ascenso es la percepción y el alcance del Creador.
Comentario: A veces uno quiere desconectarse de todo simplemente para ser llevado hacia adelante.
Dr. Laitman:
Así es como funciona nuestro egoísmo dentro de nosotros. Por un lado,
el ego siempre nos acompaña durante el desarrollo correcto. Por otro
lado, hay una necesidad de un alcance, desarrollo y absorción
espirituales diferentes, de lo contrario uno no sacia su sed o se siente
a sí mismo. El otorgamiento es la fuente de agua limpia que calma la sed.
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