De esta manera le damos la satisfacción
al Creador. Nosotros no le damos ninguna satisfacción al Creador a
través de lo que hacemos debido a los golpes. Esta es toda la diferencia
entre la trayectoria natural del desarrollo “a su debido tiempo” (Beitó) o el camino de la aceleración del tiempo, “Yo lo aceleraré” (Ajishena), el camino de la Luz.
Es imposible que yo alcance mi
corrección por el camino del sufrimiento, por el camino de “a su debido
tiempo”. Todos y cada uno de los golpes cambia algo en mí, pero no se
considera que lo haya hecho yo mismo ni está anotado en mi cuenta.
Porque la grandeza del Creador, la importancia de la meta y la devoción
son lo que se requiere de mí, las cosas que deben provenir de la
persona, son lo que la caracteriza; mientras que a través de golpes, a
ella sólo se la sacude un poco para despertarla y empujarla hacia el
escrutinio, el trabajo y los cambios con respecto a los valores. Así que
tenemos que entender que es imposible avanzar a través de los golpes.
O desarrollamos desde el principio la
importancia del próximo estado a través del entorno, que de acuerdo a
nuestra naturaleza no es nada importante para nosotros, pero a través
del entorno construimos su importancia y lo hacemos por adelantado, o
recibimos golpes que nos obligan a comenzar este proceso. Pero en última
instancia, haremos el mismo trabajo con el entorno, la importancia de
la meta, la importancia del Creador, y la aclaración de la inferioridad
de nuestro ego.
Así que el “camino del sufrimiento” no
existe. El camino de “a su debido tiempo” no es un camino. Sólo nos
ayuda a comprender que el Creador nos empuja hacia los cambios y nos
obliga a despertar a través de estos golpes. Entonces yo entro en un
grupo para esto, que es el entorno adecuado que comenzará a empujarme.
A pesar de que para mí esto es
desagradable, no huyo; más bien, a pesar de todo, yo me adentro más.
Todos tenemos que ser conscientes de que en un estado como este es
imposible huir; por el contrario, es necesario para seguir adelante. Si
quiero entrar y me encuentro con la oposición, puedo retroceder y
abandonar, o puedo empujar aún más e irrumpir.
Por lo tanto no hay un camino del
sufrimiento. Si yo mismo no me empujo a través del entorno, entonces
desde arriba incrementarán la presión sobre mí. Y luego el mismo
esfuerzo que tenía que haber hecho para avanzar por el camino de “Yo lo
aceleraré” y que no hice, tomará la forma de sufrimiento y golpes que me obligarán a volver al camino correcto.
No es necesario que esperemos los golpes
y el sufrimiento para avanzar. No avanzamos hacia ninguna parte a
través del sufrimiento. En las mejores circunstancias, querremos huir de
los golpes hacia el entorno
correcto, y allí ya empezaremos a aclarar cómo ir por el camino de “Yo
lo aceleraré”, es decir la importancia del entorno, la importancia del
Creador, la importancia del maestro y todos los medios que pueden
jalarnos hacia adelante. Este debe ser nuestro primer nivel, luego
aceleramos el tiempo y nuestro desarrollo.
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