Entre los ciudadanos judíos y árabes de
la nación, se han creado relaciones complejas. Estamos destinados a
vivir juntos en una sola nación, a pesar de que no elegimos esto. Los
árabes son alrededor del 20% de la población de Israel. Entre ellos, el
83% son musulmanes, en su mayoría sunitas. Tenemos los mismos derechos y
responsabilidades, pero hay dos lados en cada moneda. Por un lado,
muchos de los ciudadanos árabes quieren vivir en paz con nosotros. Hay
ciudades en las que judíos y árabes han estado en las buenas relaciones
de vecindad durante décadas, por ejemplo, en Acre y Jaffa, por otra parte, este sector se ha convertido en una fuente de violencia en los últimos disturbios. ¡Hemos vivido juntos, uno al lado dl
otro durante muchos años y aún hoy, no hemos aprendido a convivir con
los demás! Los últimos acontecimientos son alarmantes, decepcionantes y
despiertan desconfianza entre nosotros. ¿Qué puede usted decir sobre el
sistema de relaciones entre los sectores judíos y árabes en Israel?
Dr. Laitman:
Supongo que profundizar en los niveles psicológicos y sociales humanos
diarios, finalmente confundirá a la gente. De hecho, depende de nosotros
el hacer sólo una cosa en relación a los árabes de Israel. Debemos
mostrarles cómo nos conectamos entre nosotros los judíos y cómo podemos
aceptarlos entre nosotros para que ellos también se conecten con
nosotros. No es necesario hacer nada más. En general, el pueblo árabe, al igual
que todas las naciones, tienen un papel único. En primer lugar,
históricamente son nuestros primos. Desde el punto de vista judío, su
religión no es idolatría, ya que no se inclinan ante ninguna estatua o
imagen. Tenemos una visión del mundo muy similar
desde un aspecto psicológico y filosófico. A lo largo de la historia
estuvimos en contacto y en determinados períodos, hubo buenas relaciones
entre nosotros. Pero esto no dependía de ellos o de nosotros, más bien
del proceso general a través del cual tuvimos que pasar a lo largo de la
historia. En otras palabras, aquí no hay lugar para la alabanza o la
culpa. Entonces yo ignoro los estudios
tradicionales que investigan la mentalidad de los pueblos, la
singularidad, las características, y sus líneas naturales. Ahora ha
llegado el momento de un cambio en el nivel de la humanidad en todas las
naciones, por lo tanto ¿cuál es la razón para ir más profundo en las
relaciones cotidianas? Ellos pueden cambiar en un instante si activamos
las fuerzas básicas generales y naturales. Los científicos y los analistas están
construyendo castillos de arena que desaparecen en un instante. No
tienen ningún beneficio que no sea el flujo de publicaciones en
artículos de literatura y periódicos científicos. Estoy simplificando esto hasta cierto
grado, pero depende de nosotros el pensar de manera global. A pesar de
eso, la imagen global en la que nos dirigimos hacia la realización de la
corrección cambia todo el tiempo, específicamente la legalidad en este
nivel que influye en la esencia de la vida y la conexión entre nosotros. Es en esto que tenemos que trabajar. Por eso digo: “Vengan, comencemos a
conectarnos entre nosotros”. En el camino, empezaremos a atraer hacia
nosotros a los árabes israelíes. A pesar de que todavía no hemos
alcanzado la conexión a nosotros mismos, es posible comprobar cómo
estamos haciendo esto. Es necesario conocer el sistema de conexión entre
nosotros, ya no a nivel intelectual, sino de acuerdo a la forma
corregida. A pesar de todo, tenemos que avanzar en
esta dirección, se tal forma que esta sea una investigación constructiva
y sustantiva que nos ayude a entender más la situación, a identificar
las fuerzas de la naturaleza en el trabajo en nosotros, a aprender a
activarlas, a identificarnos con ellas y a caminar a lo largo de este
camino. Por otra parte, ¿cuál es la razón para
masticar en las relaciones entre nosotros y nuestros vecinos una y otra
vez como las instituciones que están involucradas en esto? A pesar de
que nos proporcionan datos precisos y exactos, la situación no cambia.
¿Por qué debo yo obtener información con la que no puedo hacer nada? Supongamos que tenemos un informe
completo y total sobre una situación, incluyendo hechos y cálculos
estadísticos detallados. ¿Qué hacemos con esto? Es imposible que
nosotros nos hundamos en una rutina; por el contrario, debemos cambiar
esto. Nosotros no necesitamos las estadísticas del pasado, sino la
información sobre cómo activar las fuerzas de conexión, cómo crear y
aumentar el poder entre el pueblo de Israel, y con su ayuda, conectar a
toda la humanidad en una, comenzando con nuestros vecinos más cercanos.
Hasta hoy, no tenemos ese poder, porque todavía no lo hemos creado entre
el pueblo. Y eso es específicamente lo que necesitamos. Porque Israel es Li Rosh (la
cabeza, la mente). Nos falta la cabeza. El cuerpo está listo y está
gritando, llorando con los actos antisemitas incesantes, con los
disturbios, y nos culpan por la falta de acción, porque no estamos
liderando esto por el buen camino, ni tomando sobre nosotros el rol de
cabeza para ponerlo un lugar seguro. Entonces, ¿qué más nos queda por pensar? Después de todo, estamos en un grave retraso. Por lo tanto, vale la pena que nosotros
le demos forma a la cabeza, la cual es el único mecanismo en el que
todos nos conectaremos. En el momento en que nos conectemos, el pueblo
entenderá por qué estamos haciendo esto y qué tipo de trabajo estamos
haciendo para conectarnos entre nosotros. Así que el pueblo de Israel, al menos
los judíos que viven en Israel, deben encontrar y construir la conexión
entre ellos. Tenemos un método, sabemos por la sabiduría de la Cabalá
lo que debemos alcanzar. Todo lo que queda es alcanzar la meta y luego
se calmarán las relaciones entre nosotros, nuestros vecinos y las
naciones del mundo. Más allá de esto, ellos vendrán a ayudarnos. Se debe
a que esto nos habla de la cabeza que trae a todo el cuerpo al bien.
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