Específicamente nosotros, aquellos que tenemos dudas, problemas y
confusión, a través de nuestros pequeños esfuerzos, llevamos a cabo el
trabajo más deseable para Creador, lo cual es lo más agradable para Él.
Esta es la forma en la que un niño
pequeño les da placer a sus padres con cada uno de sus actos
inconscientes. Todo se extiende de arriba hacia abajo. Por lo tanto
tenemos que aprender sobre el mundo espiritual a partir del mundo
físico, y luego vemos cuán grandes son las acciones que estamos
realizando.
Los muchos estados que cambian constantemente en el mundo son la revelación del Shejiná (la
presencia del Creador), un vasto e inmenso campo que incluye en su
interior todos los mundos, todas las almas, todas las condiciones, todas
las Reshimot (reminiscencias); todo lo que se encuentra dentro de la Shejiná. Por encima de él están las primeras nueve Sefirot, el otorgamiento del Creador. Por debajo de él están sus nueve Sefirot inferiores; estos son los Kelim rotos, deseos. El Shejiná misma, mientras tanto es Keter de Maljut de Atzilut, y sus nueve Sefirot inferiores cayeron en los tres mundos de BYA.
Todo lo que sucede en nuestro mundo,
todo lo que está retratado frente a nosotros, es una copia pequeña de lo
que hay en las partes rotas de las nueve Sefirot inferiores de Maljut. Pero el problema de la persona es que ella no está dispuesta a absorber esto a partir de todo lo que existe.
Yo mismo debo prepararme para este estado, en primer lugar, entender que todo lo que sucede desciende desde el mundo de Ein Sof, que todos y cada uno de los momentos esto aparece ante mí de la mejor
forma, que me lo dan para la corrección. Por eso no me involucro en
absoluto en ninguno de los problemas que existen en el mundo, en todo lo
que sucede conmigo, con los amigos, con las familias, con el pueblo de
Israel, con todo el mundo, sin importar de qué se trate.
Debo aceptar esto como un hecho y
pensar sólo qué debo hacer por encima de todo esto. No necesito entrar
ni profundizar en ninguno de los eventos que se presentan ante mí, de lo
contrario me separaré inmediatamente del Creador. En primer lugar,
tengo que elevarme a un nivel superior, identificar con la supervisión, el manejo superior, aparentemente ver esta situación desde su
supervisión, manejo perfeccionado y decir que veo el mundo de una
forma tan dañada porque yo mismo no estoy corregido.
Debo corregirme para ver el mundo
perfecto, en vez de este mundo con asesinatos y todos los terribles
acontecimientos; todo esto ocurre y se crea dentro de mi Maljut,
dentro de mis deseos; yo absorbo todo esto, como se nos dice: “Todos
los que condenan, lo hacen a través de su propio defecto” (Talmud Babyli Kidushin 70b).
A partir de lo que veo en este mundo, ahora debo corregirme de tal forma que en este lugar vea la Maljut del Infinito. Sólo pienso en mi corrección, llevándome yo mismo a un estado en el que vea que todo es perfecto.
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