De
acuerdo al sistema general, Jacob tenía que descender solo de la línea
media. Como resultado de ello, tuvo que originar la propiedad de Israel y alcanzar un gran estado, la adultez (Gadlut), dar nacimiento a las doce tribus de Israel. En otras palabras, él era
el que tenía que generar un sistema completo, correcto y equilibrado
conformado de manera que pudiera sostener ascensos, rompimientos,
poder disolverse en Esaú, es decir en la humanidad y renacer,
reviviendo así a toda la humanidad.
Hoy, nosotros somos los que tenemos que
completar nuestra resurrección espiritual. Sin embargo, eso no quiere
decir que tengamos que terminar la autocorrección primero y sólo
entonces venga el turno de la humanidad. ¡No, en absoluto! Estamos
incluidos dentro de la humanidad. En la medida de nuestra autocorrección,
y el nivel del renacimiento espiritual de todos y cada uno de nosotros,
se alterará de forma instantánea la parte que corresponde a cada uno de
nosotros. Por lo tanto, progresamos de acuerdo a lo que debemos
modificar en otros.
Pregunta: ¿Es nuestra responsabilidad actuar en el territorio de las otras naciones?
Dr. Laitman:
Sí. Estamos llevando su corrección en nuestros hombros y ellas
comenzarán a ayudarnos tan pronto como lo consigamos. Si comenzamos a
actuar correctamente, se nos unirán, nos seguirán inmediatamente y nos
pedirán que les digamos qué tienen que hacer.
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