La persona fue creada con el fin de completar las leyes de la naturaleza. Tiene que aprender cómo cumplirlas. La ley de la naturaleza de acuerdo a la Torá es simplemente “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Si ustedes alcanzan esto, alcanzan la
felicidad simple e inequívocamente. El Creador, es decir la naturaleza,
les dice: “Yo he creado la inclinación al mal, yo he creado la Torá como
condimento, porque la Luz en esta, reforma”. Necesitamos completar esta
única fórmula y entonces todo estará bien. Porque todos los deseos de la persona
son egoístas, con el fin de recibir: “La inclinación de la persona es
malvada desde su juventud”, es decir que ella quiere recibir todo para
sí misma. Por lo tanto, ningún llenado de estos deseos nos trae
felicidad. La persona alcanza felicidad solo si encuentra en estos
deseos la actitud correcta hacia los demás y la llena en la forma de
otorgamiento.
Esta forma de otorgamiento es llamada Hevel
(es decir “vanidad” en hebreo) y ustedes se enfocan solo en eso. Este
significado debería tomarse en el sentido positivo y no en el negativo.
¡Entonces “todo es Hevel Havalim (vanidad de vanidades)”! es con un signo de exclamación y no puntos suspensivos.
Yo quiero conectarme con todos de esa
forma con el fin de llenar sus deseos, y ellos llenan mis deseos, por
consiguiente podemos alimentarnos mutuamente unos a otros: Yo puedo
alimentarlos a ustedes y ustedes pueden alimentarme a mí. Pero nadie
puede llenarse a sí mismo.
Pregunta: Continuemos
el viaje. Supongamos que la persona lo descubriera hoy en día. ¿Podría
ser que en un año mire hacia atrás y se diga a sí misma una vez más que
la felicidad no está allí?
Dr: Laitman Cuando
ustedes se conectan con todos, construyen una sociedad en la que todo
está incorporado en un todo único y todos llenan a todos los demás. No
hay límite aquí. Es una sociedad infinita como un círculo. Este círculo nunca termina y el deseo general común y el llenado son constantemente renovados.
Luego alcanzamos el estado de una vida
colectiva en la que yo salgo de mí mismo y siento a los demás. Es como
si fuera separado de este cuerpo corpóreo y entrara en el espíritu que
es externo para mí. Yo vivo en los demás y es así como siento la vida
eterna.
Así, empiezo a sentir mi vida en una
forma espiritual, virtualmente externa a mí. Entro en una dimensión
totalmente distinta y asciendo por encima de la sensación de vida,
muerte y tiempo. De esta forma, yo adquiero un estado psicológico nuevo.
Esto es lo que deberíamos alcanzar y por lo tanto esto es llamado Hevel, espíritu.
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