Hay otro estado además de las señales de
la venida del Mesías descritas en este capítulo, que la rápida venida
del Mesías depende de: Cuanta más gente haya que anhele al Creador,
mayor será la revelación del Creador en esa sociedad. Por lo tanto, nuestro grupo se opone al
estado negativo de la humanidad al tratar de convocar el flujo de la Luz
Superior hacia nosotros y hacia el mundo entero. Por el momento, sin
embargo, no vemos señales reales y claras del efecto de nuestras
acciones. Hay que reconocer que a pesar de nuestros intentos y quizás
gracias a ellos, vemos que el mundo está en un estado de declive
acelerado.
Pregunta: ¿Podemos decir que en la humanidad hay una sensación de que “está afligida con muchos problemas como un río?”
Dr. Laitman:
Yo no creo que estemos afligidos por muchos problemas como un río en
comparación con la generación que sufrió el Holocausto del pueblo judío y
otros problemas, incluyendo la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas
personas experimentaron un holocausto personal interno. Todavía no es la
misma situación.
Por el momento no estamos maduros en
alguna dirección (para bien o para mal) no vemos hacia dónde puede
llevarnos esto. Pero ya estamos en un punto de inflexión en el que
podemos decidir qué dirección seguirá la humanidad, la cual depende de
nuestro centro espiritual, de nuestro estado, en nuestras fuerzas.
Sin embargo, nosotros tampoco estamos en
un estado ni de desapego, incapaces de hacer algo, ni en un estado de
una fuerte elevación, un contraataque contra nuestro ego a fin de
liberar al Mesías de su prisión,
¿Qué inclinará la balanza, nuestro ego o nosotros? Esto tendrá que resolverse en un futuro próximo.
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